Cuando pensamos en elegir productos cuyas fragancias nos acompañen a lo largo del día, suelen venirnos a la mente perfumes, cosméticos y productos de higiene personal como geles de baño, champús y cremas.
Aunque relevantes, estos artículos no son los únicos responsables de envolver nuestro día a día con su aroma. Es importante tener también en cuenta las, a veces olvidadas, suaves y frescas notas olfativas que un buen detergente puede aportar a nuestras prendas.
Breve historia del detergente
La invención y aplicación del detergente en el lavado de prendas es un suceso histórico relativamente reciente. Sin embargo, existe constancia de que ya se utilizaban en Babilonia para el lavado de textiles, hace casi 5000 años, soluciones jabonosas realizadas a partir de grasa animal y ceniza.
Tras estos jabones primitivos, se importarían a Europa siglos después jabones aromatizados procedentes de oriente, como el jabón de Alepo, producido con aceite de oliva y laurel.
Sería mucho después, a principios del siglo XX, cuando el detergente aparece por primera vez en Alemania. La Primera Guerra Mundial y sus consecuencias políticas condujeron al país a una escasez sin precedentes de los ingredientes necesarios para la fabricación de jabón, lo que propició el surgimiento de los primeros detergentes.
Fragancias para detergencia en el presente
En la actualidad hay disponibles en el mercado una amplísima variedad de detergentes que se adaptan a las preferencias del consumidor tanto en formato (polvo, líquido, tabletas, cápsulas…) como en aroma.
Las fragancias en los detergentes para ropa se han convertido en un punto clave a la hora de garantizar que un producto sea adquirido por un potencial cliente. Donde antes solo se le pedía a un detergente que fuera eficiente, ahora se le requiere además un aroma con cierto grado de sofisticación, que realce las propiedades originales del textil durante un periodo prolongado de tiempo.
Existen fragancias para todos los gustos y necesidades, desde las más tradicionales, inspiradas directamente en la naturaleza (jazmín, rosas, lavanda…), hasta las que buscan diferenciarse no solo a través de su buen hacer, sino también gracias al carácter innovador de su aroma.
Desarrollo de fragancias para la industria de la detergencia
En Destilerías Muñoz Gálvez, S.A. desarrollamos para la industria de la detergencia fragancias sofisticadas, eficaces y placenteras.
Creadas a partir de una selección de materias primas de la más alta calidad, nuestras composiciones están diseñadas con el objetivo de brindar experiencias altamente sensoriales que se extienden en el tiempo.
Nuestra meta en esta área es la de satisfacer las necesidades de nuestros clientes, desarrollando fragancias que comulgan con sus productos, convirtiendo el uso de estos en un desfile de sensaciones.