El árbol Melaleuca alternifolia, conocido comúnmente como árbol del té, es una especie endémica australiana, originaria específicamente de los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur, situados al este del país.
Perteneciente a la familia Myrtaceae, al igual que el eucalipto, este árbol de hoja perenne es capaz de alcanzar los 7 metros de altura. Suele crecer en zonas húmedas cercanas a ríos, arroyos o lagos, convirtiéndose habitualmente en el árbol predominante de los entornos en los que prevalece.
Su aceite esencial es uno de los más populares a nivel global, siendo utilizado en un amplio abanico de productos que abarca desde cosméticos destinados al cuidado de la piel hasta artículos de limpieza.
Se suele obtener mediante la destilación por arrastre de vapor de sus hojas, y su olor resulta aromático y alcanforado, de una frescura penetrante. Su principal componente activo es el terpinen-4-ol, que puede llegar a representar hasta el 40% de este aceite.
BREVE HISTORIA DEL ÁRBOL DEL TÉ
El pueblo aborigen australiano Bundjalung fue posiblemente el primero en sacar partido de las cualidades del árbol del té hace miles de años. Según su tradición oral, las hojas de este poseen potentes propiedades sanadoras, llegando a convertir los lagos en que estas caen de forma natural en lugares sagrados en los que realizar ceremonias e, incluso, dar a luz.
Era común en su cultura su uso en diferentes remedios caseros. Utilizaban las hojas de este árbol en ungüentos con los que cicatrizar heridas, y las trituraban para posteriormente hervirlas en agua e inhalar sus vapores con el objetivo de tratar fiebres, toses y resfriados.
El origen de su nombre común – árbol del té – fue utilizado por primera vez cuando el capitán James Cook y su tripulación descubrieron que podían hervir las hojas de Melaleuca alternifolia para preparar un té aromático.
Tendría que llegar la década de 1920 para que Arthur Penfold comenzara a experimentar con la extracción de aceite esencial de las hojas de Melaleuca alternifolia, documentando por primera vez en la historia la actividad antimicrobiana de este, convirtiéndolo así en un antiséptico natural de fama internacional.
Años después de que se publicara la investigación de Penfold, el aceite de árbol del té pasó a formar parte del kit de primeros auxilios de los soldados australianos durante la Segunda Guerra Mundial.
USOS DEL ACEITE ESENCIAL DEL ÁRBOL DEL TÉ EN LA ACTUALIDAD
El aceite esencial del árbol del té posee, entre otras, propiedades antisépticas, antimicóticas y antiparasitarias.
Además de ser muy reconocido en aromaterapia, el aceite esencial de árbol del té resulta especialmente popular en:
- Productos destinados a la limpieza del hogar.
- Tratamientos contra el acné.
- Jabones y champús comerciales.
Un estudio publicado por la revista Parasitology Research parece demostrar que el aceite esencial de árbol de té resulta más efectivo que el nerolidol a la hora de eliminar piojos de la cabeza (Pediculus capitis), tanto en sus etapas de ninfa como de adulto.
En Destilerías Muñoz Gálvez desarrollamos fragancias con aceite esencial de Melaleuca alternifolia destinadas a todo tipo de aplicaciones, convirtiendo sus múltiples propiedades en parte esencial de innumerables composiciones aromáticas.
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