El ylang-ylang es un árbol estrechamente ligado al mundo de las fragancias. El aceite esencial proveniente de la destilación de sus características flores amarillas aporta notas dulces, con un toque oriental único, a las composiciones de los perfumistas que tienen el placer de trabajar con él.
Nativo de la India y Filipinas, el ylang-ylang crece principalmente en selvas húmedas, y puede llegar a alcanzar los doce metros de altura.
Las flores de este árbol están fuertemente relacionadas con la tradición de los países de los que es oriundo, siendo apreciadas desde hace cientos de años por su estética y aroma. En Indonesia, sus flores se esparcen en los lechos de los recién casados, y en Filipinas se utilizan como elemento decorador y perfumador de imágenes religiosas.
La esencia de este árbol forma parte del cuerpo de innumerables perfumes de gran popularidad, y la intensidad de su fragancia es tal que le otorga su nombre en latín al árbol, Cananga Odorata (Cananga perfumada).
El aceite esencial del ylang-ylang no es valorado únicamente en el desarrollo de fragancias para perfumería y cosmética. Cada vez es más popular en la aromatización de bebidas y alimentos. En Madagascar, son comunes los helados con sabor a ylang-ylang, y, actualmente, este sabor se puede encontrar en heladerías especializadas de todo el mundo.
Es la versatilidad de este aceite esencial lo que lo convierte en una opción óptima para el desarrollo de multitud de proyectos diferentes.
En Destilerías Muñoz Gálvez utilizamos el aceite esencial de ylang-ylang en el desarrollo de fragancias destinadas a aplicaciones que requieren ese punto exótico y sensual que solo puede otorgar la flor de cananga.